Siempre hay mucha expectación en torno a las diferentes dietas, rutinas y equipos en la industria del fitness. Cada nueva moda afirma ser mejor que la anterior, hasta que la anterior vuelve a popularizarse. De lo que rara vez se habla es de cómo funcionan todas las dietas, rutinas y equipos. Algunas pueden ser más adecuadas para tu tipo de cuerpo, horario o motivación. Al final, todas funcionan si se siguen correctamente.

La dieta cetogénica es cada vez más popular entre entrenadores y profesionales del fitness. A continuación, explico qué es y cómo funciona en el cuerpo. Sigue leyendo para ver si es adecuada para ti.

La dieta cetogénica recibe su nombre del proceso en el cuerpo donde el cerebro deja de usar glucosa (carbohidratos) como fuente de energía y comienza a usar cetonas (grasas). Esta es la única manera de poder seguir realmente la dieta cetogénica. Si sigues un plan de alimentación con más de 20 g de carbohidratos indirectos al día, NO estás en cetosis.

Naturalmente, tu cuerpo anhelará más azúcar cuando necesite una fuente rápida de energía, en lugar de descomponer el tejido graso almacenado de la última vez que comiste carbohidratos. Esto crea un ciclo interminable de almacenamiento de grasa y antojos, ya que un consumo excesivo de carbohidratos se almacena como grasa. La dieta cetogénica soluciona este proceso eliminando el antojo de azúcar y reemplazando la demanda de energía con cetonas, derivadas de las grasas. La ventaja de esto es que tenemos un suministro abundante de grasa proveniente del ciclo de carbohidratos. Por lo tanto, cuando el cerebro y el cuerpo necesitan energía, descomponen las reservas de grasa existentes y reducen la grasa corporal.

Para alcanzar un estado en el que el cerebro utilice cetonas como fuente de combustible, primero es necesario privar al cuerpo de carbohidratos, lo que obligará a producir cetonas, un proceso que tarda entre 72 horas y 7 días. Este proceso se puede acelerar haciendo ejercicio en ayunas. Al hacer ejercicio en ayunas, se quema la glucosa sobrante almacenada en las células musculares o el hígado. Una vez que esta se agota, el cuerpo necesitará obtener combustible de las cetonas para el cerebro.

Una última parte de la dieta, y posiblemente la mejor, es la "realimentación". Una vez a la semana se permite una comida de realimentación. Esta puede ser de mejor sabor, como una hamburguesa con papas fritas. Se recomienda consumir una mayor cantidad de carbohidratos y mantener las grasas bajas. Las proteínas deben mantenerse normales. Recuerda que esto es solo para UNA comida a la semana. Sería la última comida del último día de la semana. De esta manera, una vez que termines la comida, puedes irte a la cama y comenzar de nuevo al día siguiente con la dieta cetogénica. NO te excedas con tu comida de realimentación. Hamburguesa con papas fritas son aceptables. Pan de ajo, batido, plato de pasta completo y dos postres no lo son. Debes recordar que todavía estás tratando de perder grasa corporal y que esta última comida es lo que te llevó hasta aquí.

El cuerpo es un organismo muy inteligente y comenzará a ralentizar el proceso de pérdida de grasa si permaneces en cetosis demasiado tiempo, ya que reconoce que estás intentando eliminar gran parte de tus reservas de grasa. Para evitar que esto suceda, la comida de realimentación elevará los niveles de insulina y convencerá al cuerpo de que todo está bien, lo que te permitirá seguir perdiendo grasa corporal la semana siguiente.

Si planeas probar la dieta cetogénica, te recomiendo comenzar el proceso un viernes. Date el fin de semana para adaptarte y el lunes estarás listo para enfrentarte al mundo. ¡Mucha suerte con tu salud y recuerda que la constancia es clave!