Tienes que vivir en un rincón para no haber oído hablar de la dieta más popular del momento: la Dieta Keto. Todas las celebridades e influencers del fitness hablan maravillas de cuánto peso han perdido y de lo mucho más saludables que se sienten con esta dieta, pero ¿qué es exactamente la Keto? No te preocupes, te tenemos cubierto. En este artículo, explicaremos qué es exactamente la Dieta Keto de forma sencilla para principiantes.

En resumen, la dieta cetogénica (abreviatura de cetosis) es una dieta alta en grasas, moderada en proteínas y baja en carbohidratos. Se popularizó por sus efectos positivos en diversas afecciones, como la pérdida de peso, la diabetes, la epilepsia, las enfermedades cardíacas y la hipoglucemia, entre otras. Esta dieta busca que el cuerpo entre en cetosis, un estado metabólico muy beneficioso en el que el cuerpo utiliza la grasa almacenada como fuente de energía en lugar de los carbohidratos de la dieta. Con esta dieta, el 70 % de las calorías proviene de las grasas, el 15 % de las proteínas y el 5 % de los carbohidratos.

En una dieta no cetogénica, tu cuerpo descompone los carbohidratos de los alimentos y los convierte en glucosa, que luego utiliza como energía. En una dieta cetogénica, restringes la ingesta de carbohidratos hasta el punto de agotar la glucosa. Esto activa tu cuerpo para crear moléculas llamadas cetonas a partir de la grasa almacenada. Tu cuerpo utiliza las reservas de grasa, lo que te ayuda a perder peso.

Entonces, ¿qué alimentos puedes consumir en una dieta cetogénica?

• Bayas y frutas
• Legumbres con almidón resistente
• Lácteos
• Carne y aves de corral
• Frutos secos y grasas vegetales
• Huevos y mariscos
• Verduras verdes y no verdes

Existe una amplia variedad de alimentos que se pueden comer en una dieta cetogénica, aunque el objetivo es consumir alimentos ricos en proteínas y grasas con una ingesta mínima de carbohidratos.

Aunque la dieta cetogénica permite una amplia variedad de alimentos, también es importante tener en cuenta los riesgos. Se han reportado problemas digestivos, pérdida de masa muscular y problemas con las bacterias intestinales, entre otros. Es importante investigar estos riesgos antes de comenzar esta nueva dieta.

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