Bienestar mente-cuerpo
¿Cuál es la conexión mente-cuerpo?
Es el vínculo entre los pensamientos, emociones y experiencias de una persona y sus síntomas físicos. Debemos saber que la mente y el cuerpo no son dos entidades separadas; por eso, nuestra salud física no está completa sin cuidar nuestra salud emocional.
Una buena conexión cuerpo-mente genera fuerza, claridad, salud y bienestar. Si bien tener pensamientos, sentimientos o emociones negativas como la ira y el resentimiento, o experimentar sufrimiento, es parte de la experiencia humana, todos estaríamos mejor si pudiéramos recuperarnos de las decepciones y afrontar cada obstáculo con calma.
La capacidad de lograr esto se llama resiliencia. Podemos aprender y fortalecer esta habilidad tomando las medidas adecuadas para procesar y superar nuestras emociones negativas, mejorando así nuestro estado físico.
Aquí hay tres pasos que puedes seguir para ser más resiliente:
Cuida tu cuerpo con dieta y ejercicio
El ejercicio no tiene por qué ser difícil. Cualquier movimiento, con cualquier intensidad, bastará, ya que el ejercicio es un antidepresivo natural.
Si quieres practicar un entrenamiento mente-cuerpo, considera probar el yoga. Combina el fortalecimiento muscular con movimientos lentos, tranquilos y controlados que pueden ayudarte a experimentar bienestar emocional y a manejar mejor el dolor o el estrés. Sin embargo, también puedes probar opciones tan sencillas como salir a caminar. Si no has estado haciendo mucho ejercicio, empieza poco a poco, con caminatas rápidas de 10 a 15 minutos, y ve aumentando a partir de ahí.
El resultado es que las personas se sienten más motivadas y capaces de experimentar alegría y felicidad en la vida cotidiana. También se producen cambios en el cerebro que ayudan a regular las emociones y a controlar el estrés. Así, tras semanas de actividad regular, habrás desarrollado un cerebro más resiliente que te ayudará a mantener la calma en una crisis.
Además, no podemos olvidarnos de nuestra dieta. Un plan de alimentación saludable debe incluir alimentos que disfrutes junto con muchos alimentos saludables y no demasiado procesados, como verduras, frutas, mariscos y cereales.
2. Medita
Es una de las herramientas más poderosas para recuperar la resiliencia. Al aprender a meditar, puedes disfrutar de los beneficios del estado corporal, que incluye relajación, energía y perspectiva vital, y la tensión y la rigidez se liberan de los músculos a medida que el cuerpo recibe un mensaje tranquilo para relajarse.
3. Identificar un mentor